Esta imagen está tomada en 2006, en Mina Salor I, en el término municipal de Membrío. Viene a colación por el hecho de la importacia de ir bien preparado a hacer espeleominería. El concepto incluye disponer de material (casco, iluminación, calzado, abrigo, etc.), pero también saber dónde se mete uno.
En la Mina Salor I existe un cierto peligro de desprendimiento de rocas desde el techo, asunto éste que parece de poca consideración al pensar que las piedras que a caer pudieran ser de pequeñas dimensiones. Si bien habitualmente eso puede ocurrir en otras minas, en ésta en concreto la situación es diferente, pues la estructura geológica del macizo rocoso genera una importante inestabilidad de hastiales y techos. Además, a ello ayuda el permanente encharcamiento de la mina, como puede verse en la foto.
El guía, en este caso, además de con los requisitos estándares anteriormente señalados, utiliza un palo-guía, pues en minas inundadas no se suele ver el fondo y, por lo tanto, puede uno sumergirse literalmente al siguiente paso que se dé o dar un traspié con alguna de las irregularidades del fondo. Es recomendable un bastón de senderismo, telescópico, para ir cambiando su longitud cuando sea necesario. Igualmente, es obvio decirlo, en una mina nunca debe entrarse solo. Lo ideal es que el número de personas del grupo explorador sea de tres, debiendo quedar siempre uno en la entrada, por si hay que dar aviso a las autoridades para prestar auxilio a los espeleomineros.
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