Se trata de un conjunto de dos grutas localizadas en Alvados, descubiertas a mediados del siglo pasado. Como ocurre casi siempre, el hallazgo fue casual en ambos casos. En Alvados, por la formación de una dolina o sima ("algar" en Portugal) y en Santo António por curiosidad al ver entrar un pájaro en una grieta.
La traducción al español que aparece en el díptico es bastante mala.