En mis años de estudio en Asturias visité en alguna ocasión Berbes, La Collada y otras localidades que habían dado afamados ejemplares de fluorita. Rescatada del olvido traigo unas fostos de un ejemplar, que valoro más por su historia de superviviente (un incendio asoló mi colección de minerales hace unos años) que por su estética, aunque lo que he querido fotografiar ha sido esto último, espero que con algo de éxito.
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